¿Por qué juzgar su manera
de actuar, si no lo controla? TÚ también podrías estar enfermo.
A veces como
mentes individuales que somos ya no nos preocupamos mucho por el bienestar de
los demás, incluso ni por el mismo vecino.
En épocas antiguas a cualquier enfermo lo veían como un
estorbo que no ayudaba ni beneficiaba a la comunidad, cuando algunos empezaron
a interesarse por ellos los torturaban en el nombre de la ciencia. Los creían
demonios y recibían un trato muy poco humanitario.
El objetivo de esta propuesta es el lograr un poco de
conciencia, hacer entender que no porque su mente no funcione como
“normalmente” lo haría no significa que deba ser un monstruo. Aunque estas
ideas suenen muy de siglos pasados, la verdad es que es muchos lugares siguen
con ese tipo de creencias. Y si no, los maltratan, tanto emocional como
físicamente. Por eso quisimos hacer un resumen de los principios de protección
para enfermos mentales, el cual se muestra a continuación:
Principios para la protección de los
enfermos mentales y el mejoramiento de
la atención de la salud mental
Adoptados por la Asamblea General en su resolución
46/119, de 17 de diciembre de 1991
APLICACION
Los presentes Principios se aplicarán sin discriminación
alguna por motivos de discapacidad, raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, estado
civil o condición social, edad, patrimonio o nacimiento.
CLAUSULA GENERAL DE LIMITACION
El ejercicio de los derechos enunciados en los presentes
Principios sólo podrá estar sujeto a las limitaciones previstas por la ley que
sean necesarias para proteger la salud o la seguridad de la persona de que se
trate o de otras personas, o para proteger la seguridad, el orden, la salud o
la moral públicos o los derechos y libertades fundamentales de terceros.
Principio 1
Libertades fundamentales y derechos básicos
1. Todas las personas tienen derecho a la mejor atención
disponible en materia de salud mental, que será parte del sistema de asistencia
sanitaria y social.
2. Todas las personas que padezcan una enfermedad mental,
o que estén siendo atendidas por esa causa, serán tratadas con humanidad y con
respeto a la dignidad inherente de la persona humana.
3. Todas las personas que padezcan una enfermedad mental,
o que estén siendo atendidas por esa causa, tienen derecho a la protección
contra la explotación económica, sexual o de otra índole, el maltrato físico y
el trato degradante.
4. No habrá discriminación por motivo de enfermedad
mental. Por "discriminación" se entenderá cualquier distinción,
exclusión o preferencia cuyo resultado sea impedir o menoscabar el disfrute de
los derechos en pie de igualdad.
5. Todas las personas que padezcan una enfermedad mental
tendrán derecho a ejercer todos los derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales reconocidos en la Declaración Universal de Derechos
Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y otros instrumentos
pertinentes, tales como la Declaración de los Derechos de los Impedidos y el
Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a
cualquier forma de detención o prisión.
6. Toda decisión de que, debido a su enfermedad mental,
una persona carece de capacidad jurídica y toda decisión de que, a consecuencia
de dicha incapacidad, se designe a un representante personal se tomará sólo
después de una audiencia equitativa ante un tribunal independiente e imparcial
establecido por la legislación nacional. La persona de cuya capacidad se trate
tendrá derecho a estar representada por un defensor. Si la persona de cuya
capacidad se trata no obtiene por sí misma dicha representación, se le pondrá
ésta a su disposición sin cargo alguno en la medida de que no disponga de
medios suficientes para pagar dichos servicios. Las decisiones sobre la
capacidad y la necesidad de un representante personal se revisarán en los
intervalos razonables previstos en la legislación nacional. La persona de cuya
capacidad se trate, su representante personal, si lo hubiere, y cualquier otro
interesado tendrán derecho a apelar esa decisión ante un tribunal superior.
7. Cuando una corte u otro tribunal competente determine
que una persona que padece una enfermedad mental no puede ocuparse de sus
propios asuntos, se adoptarán medidas, hasta donde sea necesario y apropiado a
la condición de esa persona, para asegurar la protección de sus intereses.
Principio 2
Protección de menores
Se tendrá especial cuidado, conforme a los propósitos de
los presentes Principios y en el marco de la ley nacional de protección de
menores, en proteger los derechos de los menores, disponiéndose, de ser
necesario, el nombramiento de un representante legal que no sea un miembro de
la familia.
Principio 3
La vida en la comunidad
Toda persona que padezca una enfermedad mental tendrá
derecho a vivir y a trabajar, en la medida de lo posible, en la comunidad.
Principio 7
Importancia de la comunidad y de la cultura
1. Todo paciente tendrá derecho a ser tratado y atendido,
en la medida de lo posible, en la comunidad en la que vive.
2. Cuando el tratamiento se administre en una institución
psiquiátrica, el paciente tendrá derecho a ser tratado, siempre que sea posible,
cerca de su hogar o del hogar de sus familiares o amigos y tendrá derecho a
regresar a la comunidad lo antes posible.
3. Todo paciente tendrá derecho a un tratamiento adecuado
a sus antecedentes culturales.
Principio 9
Tratamiento
1. Todo paciente tendrá derecho a ser tratado en un
ambiente lo menos restrictivo posible y a recibir el tratamiento menos
restrictivo y alterador posible que corresponda a sus necesidades de salud y a
la necesidad de proteger la seguridad
4. El tratamiento de cada paciente estará destinado a
preservar y estimular su independencia personal.
Principio 10
Medicación
1. La medicación responderá a las necesidades
fundamentales de salud del paciente y sólo se le administrará con fines
terapéuticos o de diagnóstico y nunca como castigo o para conveniencia de
terceros.
2. Toda la medicación deberá ser prescrita por un
profesional de salud mental autorizado por la ley y se registrará en el
historial del paciente.
Principio 11
Consentimiento para el tratamiento
1. No se administrará ningún tratamiento a un paciente
sin su consentimiento informado.
2. Por consentimiento informado se entiende el
consentimiento obtenido libremente sin amenazas ni persuasión
4. El paciente tiene derecho a negarse a recibir
tratamiento o a interrumpirlo.
5. No se deberá alentar o persuadir a un paciente a que
renuncie a su derecho a dar su consentimiento informado. En caso de que el
paciente así desee hacerlo, se le explicará que el tratamiento no se puede
administrar sin su consentimiento informado.
Principio 13
Derechos y condiciones en las instituciones psiquiátricas
1. Todo paciente de una institución psiquiátrica tendrá,
en particular, el derecho a ser plenamente respetado por cuanto se refiere a
su:
a) Reconocimiento en todas partes como persona ante la
ley;
b) Vida privada;
c) Libertad de comunicación
d) Libertad de religión o creencia.
Principio 14
Recursos de que deben disponer las instituciones
psiquiátricas
1. Las instituciones psiquiátricas dispondrán de los
mismos recursos que cualquier otro establecimiento sanitario y, en particular,
de:
a) Personal médico y otros profesionales calificados en
número suficiente y locales suficientes, para proporcionar al paciente la
intimidad necesaria y un programa de terapia apropiada y activa;
b) Equipo de diagnóstico y terapéutico para los
pacientes;
c) Atención profesional adecuada;
d) Tratamiento adecuado, regular y completo, incluido el
suministro de medicamentos.
2. Todas las instituciones psiquiátricas serán
inspeccionadas por las autoridades competentes con frecuencia suficiente para
garantizar que las condiciones, el tratamiento y la atención de los pacientes
se conformen a los presentes Principios.
Principio 15
Principios de admisión
1. Cuando una persona necesite tratamiento en una
institución psiquiátrica, se hará todo lo posible por evitar una admisión
involuntaria.
2. El acceso a una institución psiquiátrica se
administrará de la misma forma que el acceso a cualquier institución por
cualquier otra enfermedad.
3. Todo paciente que no haya sido admitido
involuntariamente tendrá derecho a abandonar la institución psiquiátrica en
cualquier momento a menos que se cumplan los recaudos para su mantenimiento
como paciente involuntario.
Principio 16
Admisión involuntaria
1. Una persona sólo podrá ser admitida como paciente
involuntario en una institución psiquiátrica o ser retenida como paciente :
a) Que debido a esa enfermedad mental existe un riesgo
grave de daño inmediato o inminente para esa persona o para terceros; o
b) Que, en el caso de una persona cuya enfermedad mental
sea grave y cuya capacidad de juicio esté afectada, el hecho de que no se la
admita o retenga puede llevar a un deterioro considerable de su condición o
impedir que se le proporcione un tratamiento adecuado que sólo puede aplicarse
si se admite al paciente en una institución psiquiátrica de conformidad con el
principio de la opción menos restrictiva.
Principio 18
Garantías procesales
1. El paciente tendrá derecho a designar a un defensor
para que lo represente en su calidad de paciente, incluso para que lo
represente en todo procedimiento de queja o apelación.
2. Si es necesario, el paciente tendrá derecho a la
asistencia de un intérprete.
3. El paciente y su defensor podrán solicitar y presentar
en cualquier audiencia un dictamen independiente sobre su salud mental y
cualesquiera otros informes y pruebas orales, escritas y de otra índole que
sean pertinentes y admisibles.
4. Se proporcionarán al paciente y a su defensor copias
del expediente del paciente y de todo informe o documento que deba presentarse,
salvo en casos especiales en que se considere que la revelación de determinadas
informaciones perjudicaría gravemente la salud del paciente o pondría en
peligro la seguridad de terceros.
Principio 19
Acceso a la información
1. El paciente (término que en el presente principio
comprende al ex paciente) tendrá derecho de acceso a la información relativa a
él en el historial médico y expediente personal que mantenga la institución
psiquiátrica.
2. Toda observación por escrito del paciente o de su
representante personal o defensor deberá, a petición de cualquiera de ellos,
incorporarse al expediente del paciente.
Principio 21
Quejas
Todo paciente o ex paciente tendrá derecho a presentar
una queja conforme a los procedimientos que especifique la legislación
nacional.
Principio 25
Mantenimiento de los derechos reconocidos
No se impondrá ninguna restricción ni se admitirá ninguna
derogación de los derechos de los pacientes, entre ellos los derechos
reconocidos en el derecho internacional o nacional aplicable, so pretexto de
que los presentes Principios no reconocen tales derechos o de que sólo los
reconocen parcialmente.
3.2.
Países con más desarrollo e investigación sobre las enfermedades mentales.
3.3.
Diagnóstico.
3.4. Medicación
I.LOS
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS.
1.1. Definición.
Un
trastorno es un patrón comportamental o psicológico de significación clínica
que, cualquiera que sea su causa, es una manifestación individual de una
disfunción comportamental, psicológica o biológica. Son síndromes psíquicos y
conductuales, opuestos a los propios de los individuos que gozan de buena salud
mental. En general, son causa de angustia y deterioro en importantes áreas del
funcionamiento psíquico, afectando al equilibrio emocional, al rendimiento
intelectual y a la adaptación social.
Según el DSM-IV-TR[1],
los trastornos son una clasificación categorial no excluyente, basada en
criterios con rasgos definitorios. Admiten que no existe una definición que
especifique adecuadamente los límites del concepto, careciendo de una
definición operacional consistente que englobe todas las posibilidades.
Esta manifestación es considerada síntoma
cuando aparece asociada a un malestar (p. ej., dolor), a una discapacidad (p.
ej., deterioro en un área de funcionamiento) o a un riesgo significativamente
aumentado de morir o de sufrir dolor, discapacidad o pérdida de libertad.
Una concepción errónea muy frecuente es
pensar que la clasificación de los trastornos mentales clasifica a las
personas; lo que realmente hace es clasificar los trastornos de las personas
que los padecen.
Más aún, existen pruebas de que los
síntomas y el curso de un gran número de trastornos están influidos por
factores étnicos y culturales. Debido a
su naturaleza, se puede decir que integra elementos de origen biológico
(genético, neurológico,..), ambiental (relacional, familiar, psicosocial,…), y
psicológico (cognitivo, emocional,..). Estos factores influyen en la
presentación de la enfermedad, su desarrollo evolutivo, la fenomenología, el
tratamiento, las posibilidades de rehabilitación.
No olvidemos que la categoría diagnóstica
es sólo el primer paso para el adecuado plan terapéutico, el cual necesita más
información que la requerida para el diagnóstico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
considera enfermedades mentales a los problemas psíquicos y la tensión
emocional, las disfunciones asociadas con los síntomas de angustia y los
trastornos psíquicos diagnosticables, como la esquizofrenia y la depresión. Describe
la salud mental como un estado de bienestar en el que el individuo es
consciente de sus capacidades, puede enfrentarse a las exigencias normales de
la vida y trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de contribuir a
su comunidad.
La salud mental está condicionada por
múltiples factores entre ellos los de carácter biológico (por ejemplo, factores
genéticos o en función del sexo), individual (experiencias personales),
familiar y social (el hecho de contar con apoyo social) o económico y
medioambiental (la categoría social y las condiciones de vida).
1.2. Trastornos psicológicos más conocidos.
·Estrés
·Neurosis
·Hipocondría
·Desorden
factico
·Esquizofrenia
·Paranoia
·Narcisismo
·Depresión
·Manía
·Manía-Depresiva
·Delirio
·Demencia
1.2.1. Síntomas.
·El estrés:
Las personas pueden experimentar el estrés
cuando se ven ante eventos importantes los cuales pueden ser peligrosos o muy
difíciles de superar. Entre los síntomas psicológicos del estrés están la
ansiedad y la tensión, la preocupación incontrolable, irritación, distracción,
y dificultad en aprender cosas nuevas.
1. Estrés:
irritación.
·La neurosis:
Las principales neurosis son la ansiedad,
una incontrolable obsesión por evitar situaciones peligrosas y una falta de
acoplarse con personas. Algunos ejemplos de neurosis son el pánico, la fobia
social, el desorden compulsivo-obsesivo, y el estrés postraumático.
2. Neurosis:
ansiedad y pánico.
·La hipocondría:
La hipocondría es un desorden neurótico en
el cual la persona canaliza las ansiedades, las preocupaciones y los
pensamientos obsesivos para convencerse de que tiene una enfermedad física
específica (ejemplo: el cáncer del colon). Es decir que los hipocondríacos
están preocupados porque padecen de una enfermedad, aunque informes médicos
indiquen lo contrario.
3. Hipocondría:
Convencerse de tener una enfermedad.
·El desorden facticio:
Los individuos que sufren de esta
enfermedad mental crean la apariencia de una enfermedad física para ser el
centro de atención médica y/o para obtener varios tipos de droga. Las personas
que sufren de este desorden por lo general se vuelven evasivas y agresivas
cuando se les hacen preguntas o se les desafía a aclarar la inconsistencia de
sus síntomas. Muchos individuos con este tipo de desorden tienden a tener un
comportamiento y una personalidad similar a aquellos que sufren de
somatización.
4. Desorden facticio: Les gusta ser el centro
de atención.
·La esquizofrenia:
La esquizofrenia es un conjunto de severos
síntomas psicológicos los cuales hacen difícil trabajar, jugar y estar con
otras personas. Incluyen ilusiones (creencias irracionales), alucinaciones
(experiencias sensoriales por falta de estímulo), pensamiento y habla
incoherentes, paranoia o ansiedad intensa e incontrolable y un comportamiento
extraño.
5.
Esquizofrenia: Problemas en socializar.
·La paranoia:
En general, esta enfermedad se refiere a
altos niveles de sospecha y desconfianza, usualmente vistos en las creencias o
desilusiones de que ella o él son víctimas del odio, celos y resentimientos de
otras personas. La persona que sufre de la paranoia esquizofrénica tiene
presentimientos de que ella o él van a ser perseguidos por otros, como el
vecino, el gobierno, o un extraterrestre.
La persona que sufre del desorden personal
paranoico parece normal, pero es sospechosa, desconfiada, hostil, controladora
y rápida para desarrollar resentimientos y celos. Algunos hombres que golpean a
sus esposas o novias sufren de esta enfermedad mental.
6. Paranoia:
Desconfianza y altos niveles de sospecha.
·El narcisismo:
La persona con este tipo de personalidad
tienen una incontrolable necesidad de sentirse importante, exitosa y admirada
por todo el mundo. Ellos actúan como si fueran únicos y merecedores de favores especiales.
Por lo general, a los narcisistas no les importan los sentimientos y/o
resentimientos de las otras personas, y están celosos de los éxitos de los
demás.
7. Narcisismos:
Persona que se siente superior a las demás.
·La depresión:
La depresión es un problema emocional muy
grave en el cual el individuo no deja de sentirse triste y vacío, y
constantemente se siente sin ayuda o esperanza. Las personas deprimidas,
usualmente sufren de ansiedad e irritabilidad, una falta de motivación, y una
pérdida de placer en las cosas que antes les gustaba hacer. También tienen
problemas con el apetito, el sueño, y sufren de dolores.
Muchas personas deprimidas tienen
pensamientos suicidas y entre el diez y el quince por ciento terminan por
quitarse la vida.
8. Depresión:
Un mal estado de ánimo.
·La manía:
Es un período de tiempo (por lo general de
una semana a un mes) en el cual la persona es y se siente muy feliz, habla
mucho, es activa e impulsiva. En muchos casos, en los momentos de manía, a
pesar de sentirse confidente y feliz, la persona puede llegar a sentirse
nerviosa e irritada. Muchos maniáticos parecieran tener una energía infinita y
solamente necesitan pocas horas de sueño, si es que duermen del todo.
9. Manía:
Persona activa y feliz.
·La manía-depresiva:
Aproximadamente una a dos de cada 100 a
250 personas alrededor del mundo experimentan de una manera u otra episodios de
manía intermedia o severa, junto con episodios de depresión.
Si los episodios de depresión son severos,
sin importar si la manía es leve o severa, entonces la condición emocional se
llama desorden bipolar, comúnmente conocido como "manía-depresiva."
Comúnmente, personas entre los 17 a 25 años de edad tienen a ser víctimas de
este tipo de problema emocional, y usualmente es crónico.
10. Manía-depresiva: Activa y depresiva.
·El delirio:
También conocido como "el rápido
inicio del síndrome cerebral," el delirio es una condición psicológica
asociada con graves problemas físicos. El delirio debe tomarse muy en serio y
debe ser tratado inmediatamente, porque puede representar un grave problema
físico.
Entre los síntomas están la confusión y la
desorientación, pérdida de conciencia, agitación, apatía e ilusiones (falta de
percepción del estímulo externo)
11. Delirio:
Confusión y desorientación.
·La demencia:
La demencia se refiere a una disminución o
deterioro generalizado de las facultades intelectuales, como la pérdida de
memoria, atención y pensamiento abstracto. La persona que sufre de demencia se
puede perder fácilmente y puede ser incapaz de hacer cosas simples como volver
a entrar a la casa después de que haya cerrado la puerta.
La depresión y la paranoia usualmente son
asociadas con la demencia, y algunos dementes desarrollan alucinaciones. Uno de
los mejores ejemplos de demencia es la enfermedad de Alzheimer, la cual empieza
típicamente a los 55 años.
12. Demencia:
Perdida de memoria
I.3. Clasificación.
Son afecciones o síndromes psíquicos y
comportamentales, radicalmente opuestos a los propios de los individuos que
gozan de buena salud mental. En general, son causa de angustia y deterioro en
importantes áreas del funcionamiento psíquico, afectando al equilibrio
emocional, al rendimiento intelectual y al comportamiento social adaptativo. Se
han descrito a través de la historia y en todas las culturas, pese a la
vaguedad y dificultades de definición de este tipo de trastornos.
A lo largo de la historia, y hasta
tiempos relativamente recientes, la locura no se consideraba enfermedad, sino
un problema moral —el extremo de la depravación humana—, o espiritual —casos de
maldición o de posesión demoníaca—. Después de unos tímidos inicios, a
comienzos de los siglos XVI y XVII, la psiquiatría empezó a ser una ciencia
respetable en 1790, cuando el médico parisino Philippe Pinel decidió quitar las
cadenas a los enfermos mentales, introdujo una perspectiva psicológica y
comenzó a hacer estudios clínicos objetivos. A partir de entonces, y desde el trabajo
en manicomios, se definirían los principales tipos de enfermedad mental y sus
formas de tratamiento.
Clasificación:
La división de los trastornos mentales en
clases es todavía inexacta, y las clasificaciones varían según las escuelas y
doctrinas psicopatológicas. Para uniformar criterios, la Organización Mundial
de la Salud (OMS), creó la DSM, clasificación de los trastornos mentales
universal, que ha conocido hasta la fecha varias versiones.
La mayoría de los sistemas de
clasificación reconocen los trastornos infantiles, (como el retraso mental)
como categorías separadas de los trastornos adultos. También la mayoría trata
de distinguir entre trastornos orgánicos, los más graves provocados por una
clara causa somática, fisiológica, relacionada con una lesión o una anomalía
congénita estructural en el cerebro, y trastornos no orgánicos, a veces también
denominados funcionales, considerados más leves.
En parte, desde esta distinción en
función de la gravedad y de la base orgánica, se diferencian los trastornos
psicóticos de los neuróticos. De forma general, psicótico significa un estado
en el que el paciente ha perdido el contacto con la realidad, mientras que
neurótico se refiere a un estado de malestar y ansiedad, pero sin llegar a perder
contacto con la realidad. En su extremo, como formuló Sigmund Freud, el
fundador del psicoanálisis, todos somos "buenos neuróticos", en tanto
que los casos de psicosis son contados.
Los más comunes son: la esquizofrenia, la
mayor parte de los trastornos neurológicos y cerebrales (demencias), y las
formas extremas de la depresión (como la psicosis maniacodepresiva). Entre las
neurosis, las más típicas son las fobias, la histeria, los trastornos
obsesivo-compulsivos, la hipocondría (miedo patológico a la enfermedad y la
muerte), y en general todo aquel que genera una alta dosis de ansiedad sin que
haya desconexión con la realidad.
SINTOMAS PSIQUICOS-TRASTORNOS
MENTALES
Pánico
espontáneo en forma de crisis que suele durar minutos con miedo intenso a
morir, perder el control, volverse loco..........................Trastorno de
Pánico
Miedo
a salir solo del hogar, a viajar solo, a las multitudes................Agofobia
Miedo
a hablar, comer o a presentarse en público............................Fobia
Social
Miedo
a volar, a las alturas, a animales, a inyecciones.............Fobia específica
Pensamientos
recurrentes que provocan malestar o actos repetitivos que se siente obligado a
realizar: lavarse las manos todo el tiempo….Trastorno Obsesivo-Compulsivo
Re-experimentación
perturbadora de un hecho muy traumático vivido en el
pasado.........................................................................Trastorno
por Estrés
POSTRAUMÁTICO
Tristeza, desinterés, disminución de la
capacidad para disfrutar la vida, pérdida o aumento de peso, insomnio, pérdida
de energía, baja autoestima, sentimientos de inutilidad o culpa excesivos,
disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, disminución del interés
sexual y del apetito, ideas recurrentes de muerte…………Trastornos Depresivos
primarios y secundarios
Los síntomas mencionados en el párrafo
anterior (depresivos) se asocian en forma oscilante a síntomas, tales como:
euforia, irritabilidad, autoestima exagerada o grandiosidad, disminución de la
necesidad de dormir, aumento de energía, más hablador de lo habitual, destructibilidad,
agitación psicomotora.........Trastornos Bipolares y Ciclotimia
Los
síntomas depresivos aparecen en una época específica del año, en general otoño
o invierno……………………………. Trastornos Afectivos estacionales
Se
ve gorda a pesar que los demás le insisten en que esta delgada, tiene mucho
miedo a
engordar..................................................................
Anorexia Nerviosa
Atracones
con la comida (come mucho y muy rápido) seguidos de vómitos o miedo a
engordar......................................................................
Bulimia Nerviosa
Dificultad
para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño reparador (sentirse
cansado/a la
mañana)............................................................ Insomnio
Sonambulismo,
Pesadillas, Terrores nocturnos, Narcolepsia, Sueño excesivo, Jet
Lag................................................................. Otros
Trastornos del sueño
Cansancio
o agotamiento importante y prolongado (fatiga), que no se alivia con el
descanso y que no está causado por una enfermedad médica
conocida.............................................................Sindrome
de fatiga crónica
Adicción
al consumo de cocaína, anfetaminas, LSD, marihuana, alcohol, nicotina, cafeína,
heroína……………………………. Trastornos relacionados con sustancias
Episodios
de dificultad para controlar los impulsos agresivos, que dan lugar a violencia
o a destrucción de la propiedad.............. Trastornos explosivo internamente
Pérdida
lenta y progresiva de la memoria acompañada de otras alteraciones
cognitivas..................................................................
Demencia tipo Alzheimer
Pérdida
lenta y progresiva de la memoria acompañada de otras alteraciones cognitivas,
neurológicas y arterioesclerosis………………... Demencia vascular
Patrón
permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta
acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto………… Trastornos de personalidad
Los
síntomas de ansiedad o depresión son secundarios a un factores estresante
externos, tales como: problemas económicos, de pareja,
laborales………………………………………… Trastornos adaptativos
13. Demostración de diferentes personalidades
I.4. Causantes.
La conducta psicopatológica tiene dos
tipos de causas: biológicas y ambientales. Estas causas se suelen combinar en
la mayoría de los trastornos psicológicos, llamándose a los modelos que la
estudian "multifactoriales".
Uno de estos modelos es el llamado de
"Vulnerabilidad-Estrés" (Suben y Spring, 1977), que quizás sea el más
compartido por la mayoría de los psiquiatras y psicólogos clínicos para dar
cuenta de los factores causales de los distintos trastornos. El modelo referido
propone que los trastornos suponen una crisis en el funcionamiento
psicobiológico de la personas con una cierta vulnerabilidad (disposición o
características de personalidad) ante determinados estresares (situaciones que
generan tensión y necesidades de adaptación). La vulnerabilidad incluye
predisposiciones determinadas genéticamente que a su vez influyen sobre, por
ejemplo, determinados niveles de sustancias bioquímicas en el cerebro del
individuo. También incluyen procesos y habilidades psicológicas, como la
capacidad atencional, los procesos de memoria, los estilos de pensamiento
personales y las habilidades de conducta para afrontar determinadas
situaciones. Se supone además que esos factores se pueden consolidar y hacerse
más persistentes en las épocas tempranas de la vida, donde la maduración del
sistema nervioso está iniciándose y las influencias ambientales provenientes
del medio sociofamilar pueden dejar una fuerte huella.
El ambiente actual de la persona
(incluyendo tanto factores psicosociales como físicos) desencadena los
trastornos, en función de lo vulnerable que sea el sujeto a ellos, haciendo que
la reacción de la persona a estos esté mediatizada por sus disposiciones
biológicas (p.ej. determinados niveles de sustancias bioquímicas cerebrales)
,su reacción corporal global, sus procesos psicológicos básicos (p.ej. estilo
de pensamiento y capacidad atencional) y sus habilidades de afrontamiento (p.ej.
sus métodos para resolver problemas). Además los recursos externos, como el
apoyo familiar, de los amigos o la existencia de servicios sociales o
sanitarios disponibles, van a modular el mejor o peor manejo de las
dificultades. Si esos procesos medicinales (la vulnerabilidad o disposición
personal) y la disposición de recursos externos no son adecuados o accesibles,
el resultado será el trastorno psicológico o la aparición de determinadas
enfermedades.
Esto no solamente puede ser válido para
las llamadas "enfermedades mentales”, sino también para las enfermedades
médicas, en general.
14. Modelo de vulnerabilidad.
1.5.
Interpretación Científica.
Un trastorno
mental es unsíndrome o un
patrón psicológico de significación clínica, que suele aparecer vinculado a un malestar o una discapacidad. En este sentido, cabe destacar que una enfermedad
mental es una alteración de
los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, que se traduce en
trastornos del razonamiento, del comportamiento, de la comprensión de la
realidad y de la adaptación a las condiciones de la vida.
Los trastornos mentales pueden ser ocasionados por factores biológicos
(ya sean genéticos, neurológicos, etc.), ambientalesopsicológicos.
Por eso requieren de una atención multidisciplinaria que permita mejorar la calidad de vida de la persona. Aunque existen diversas categorías de trastornos
mentales, las principales hacen referencia a los trastornos neuróticos
y los trastornos
psicóticos.
Los trastornos neuróticos afectan la
percepción del sujeto sobre sí mismo y el nivel de aceptación del Yo. Sin
embargo, no suponen una desconexión con la realidad ni un alejamiento
importante de la vida social. Los
trastornos psicóticos, en cambio, pueden incluir alucinaciones, delirios y una
grave alteración afectiva y relacional. Por lo general, están determinados por
factores orgánicos de importancia.
Por otra parte, la salud
mental es definida como el
completo bienestar
psíquico y social, mientras que un trastorno mental implica la pérdida de dicho
bienestar por motivos de distinta índole.
I.5.1. Sigmund
Freud.
Sigmund Freud (6 de mayo de 1856, en
Příbor, Moravia, Imperio austríaco (actualmente
República Checa) - 23 de septiembre de 1939, en Londres, Inglaterra, Reino
Unido) fue un médico neurólogo austriaco, padre del psicoanálisis y una de las
mayores figuras intelectuales del siglo XX. Su interés científico inicial como
investigador se centró en el campo de la neurología, derivando progresivamente
sus investigaciones hacia la vertiente psicológica de las afecciones mentales,
de la que daría cuenta en su práctica privada. Estudió en París con el
neurólogo francés Jean-Martin Charcot las aplicaciones de la hipnosis en el
tratamiento de la histeria. De vuelta en Viena y en colaboración con Joseph
Breuer desarrolló el método catártico. Paulatinamente, remplazó tanto la
sugestión hipnótica como el método catártico por la asociación libre y la
interpretación de los sueños. De igual modo, la búsqueda inicial centrada en la
rememoración de los traumas psicógenos como productores de síntomas, fue
abriendo paso al desarrollo de una teoría etiológica de las neurosis más
diferenciada. Todo esto se convirtió en el punto de partida del psicoanálisis,
al que se dedicó ininterrumpidamente el resto de su vida. Freud postuló la
existencia de una sexualidad infantil perversa polimorfa, 2 tesis que causó una
intensa polémica en la sociedad puritana de la Viena de principios del siglo XX
y por la cual fue acusado de pan sexualista. A pesar de la hostilidad que
tuvieron que afrontar sus revolucionarias teorías e hipótesis, Freud acabaría
por convertirse en una de las figuras más influyentes del siglo XX. Sus
teorías, sin embargo, siguen siendo discutidas y criticadas, cuando no
simplemente rechazadas. Muchos limitan su aporte al campo del pensamiento y de
la cultura en general, existiendo un amplio debate acerca de si el
psicoanálisis pertenece o no al ámbito de la ciencia.
La división de opiniones que la figura de
Freud suscita podría resumirse del siguiente modo: por un lado, sus seguidores
le consideran un gran científico en el campo de la medicina, que descubrió gran
parte del funcionamiento psíquico humano; y por otro, sus críticos lo ven como
un filósofo que replanteó la naturaleza humana y ayudó a derribar tabúes, pero
cuyas teorías, como ciencia, fallan en un examen riguroso. El 28 de agosto de
1930 Freud fue galardonado con el Premio Goethe de la ciudad de Fráncfort del
Meno en honor de su actividad creativa. También en honor de Freud, al que
frecuentemente se le denomina el padre del psicoanálisis, se dio la
denominación «Freud» a un pequeño cráter de impacto lunar que se encuentra en
una meseta dentro de Oceanus Procellarum, en la parte noroeste del lado visible
de las hipótesis y métodos introducidos por Freud fueron polémicos durante su
vida y lo siguen siendo en la actualidad, pero pocos discuten su enorme impacto
en la psicología y la psiquiatría.
Freud desarrolló la llamada "cura del
habla" que posibilitaría la mitigación y desaparición de los síntomas
histéricos y neuróticos a través de un monólogo sin censura con el analista.
Este, ubicado fuera de la vista del analizado, atendería con atención flotante
y respetaría las reglas de la neutralidad y abstinencia, es decir, evitando
juicios morales o de valor y no entregando satisfacciones sustitutas al
analizado.
En
momentos clave del trabajo asociativo, el analista haría intervenciones para
interpretar el material expuesto. En la descripción inicial de la técnica, este
proceso no tendría más finalidad que rememorar (hacer conscientes) ideas o
recuerdos de eventos que, por ser dolorosos, humillantes o simplemente
intolerables para el sujeto, fueron reprimidos en el inconsciente. Trayendo
todo este material reprimido a la conciencia se le haría perder su poder
patógeno y los síntomas desaparecerían. Este proceso, sobre el papel sencillo,
supone un esfuerzo intenso para el analizado, ya que, las mismas fuerzas que
otrora posibilitaron la represión hacia el inconsciente de las ideas y
recuerdos traumáticos, se opondrían virulentamente a que sean traídos a la
conciencia, es decir, a ser recordados. Estas fuerzas que se oponen al avance
de la terapia y mejoramiento del analizado son denominadas resistencias.
En una época posterior de su trabajo,
Freud descubriría que no basta con simplemente "hacer consciente lo inconsciente".
En los Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis (1914),
particularmente en el trabajo Recordar, repetir y relaborar, introduce el
concepto de relaboración (durcharbeiten) de las resistencias, como otra pieza
central del trabajo analítico «...que produce el máximo efecto alterador sobre
el paciente y que distingue al tratamiento analítico de todo influjo
sugestivo».
Los desarrollos teóricos tras la
publicación de Más allá del principio del placer en 1920 tendrán nuevas
implicaciones para la técnica terapéutica analítica. En esta obra, Freud
realiza una redefinición de su primera teoría de las pulsiones e introduce
ahora la pulsión de muerte. La inercia del síntoma en la cura analítica queda
explicada a partir de allí a través de la compulsión de repetición movilizada
por la pulsión de muerte.
Finalmente, Freud retoma el tema de la
técnica en 1937 en los textos Análisis terminable e interminable (1937) y
Construcciones en el análisis (1937) ambos trabajos de tono menos entusiasta
(según apunta James Strachey en el prólogo) en los que Freud describe de manera
más realista los alcances y limitaciones de la técnica por él desarrollada.
1.6. Interpretación Social.
Una de
las explicaciones más antiguas sobre el origen de los trastornos del
comportamiento ha sido considerarlos producto de intervenciones sobrenaturales:
espíritus (o posesión demoníaca) que se apoderaban de las personas y les
obligaban a cometer ciertos actos. Esta creencia ha pervivido con distintos
matices a lo largo de los años.
Las
principales causas de los trastornos mentales son de naturaleza social, ya que
todo tipo de comportamiento procede de la interacción entre las condiciones
naturales de cada ser humano y experiencias.
Existe
una fuerte relación entre trastorno y cultura.
El
tratamiento tiene que abordarse mediante medidas de tipo social.
16. Cuando la sociedad juzga sin entender su
enfermedad
II.EFECTOS
EN LA SOCIEDAD.
2.1.
Estereotipos.
La principal barrera es la incomprensión.
Esta es una enfermedad como otra cualquiera. Esa es la opinión anónima de una
persona que padece enfermedad mental grave y crónica, y una creencia que no
todos comparten, y mucho menos la sociedad. Y es que, estos pacientes sufren,
además de las discapacidades y dificultades de integración derivadas
directamente de la enfermedad, las consecuencias del prejuicio social que
existe hacia las enfermedades mentales y quienes las padecen, lo cual determina
y amplifica, en muchos casos, las dificultades de integración social y laboral
de estas personas. Así lo ha demostrado el estudio “Estigma Social y enfermedad
mental”, aborda el estigma social de la enfermedad mental desde una amplia
perspectiva, y que ha sido realizado por un grupo de expertos de la Universidad
Complutense de Madrid.
Sobre la estigmatización de la enfermedad
mental el estudio pone de relieve que los estereotipos más frecuentes son:
peligrosidad y relación con actos violentos, responsabilidad, ya sea sobre el
padecimiento de la enfermedad o por no haber sido capaz de ponerle remedio
mediante tratamiento, incompetencia e incapacidad para tareas básicas de la
vida, impredecibilidad de su carácter y sus reacciones y la falta de control.
El estereotipo de peligrosidad es el más
frecuente entre la sociedad, la cual a su vez, y en un 39% siente pena por los
enfermos, y un 56% confunde enfermedad mental con Retraso Mental. Este rechazo
social implica una calidad de vida nefasta para los pacientes, que asumen ese
estigma social como verdadero, y eso limitan sus relaciones sociales a otras
personas con su mismo problema, por lo que se crea una especie de gueto que
perpetua el auto-aislamiento social.
Esta discriminación repercute también en
el ámbito laboral, que se refleja en que un 44% de los pacientes ha tenido
experiencias de discriminación. Y en cuanto a la familia, que en su mayoría
tampoco entienden la enfermedad y comparten los prejuicios sociales,
normalmente sobreprotegen a sus familiares afectados y en muchas ocasiones
ocultan la enfermedad.
En cuanto al tratamiento de los medios de
esta enfermedad, lejos de dar una información imprecisa, si que ayudan a
constatar este estigma al utilizar términos relacionados con la enfermedad
mental de forma negativa.
17. Se piensa que todas las personas deben de
ser igual.
2.1.1. Discriminación.
El estigma hacia las personas con
trastornos o enfermedades mentales han existido a través de la historia. El
estigma se refiere a las actitudes y creencias que motivan que las personas
sientan miedo, rechacen o eviten a la persona que actúa o es vista como
diferente, y es etiquetada porque tiene un diagnostico de una enfermedad
mental. El estigma que rodea a los problemas de salud mental es tan fuerte que
crea un muro de silencio alrededor de la persona, un muro que limita el apoyo
social, la satisfacción en la de vida, y que contribuye al desempleo y la
pérdida de ingresos, lo que limita las oportunidades normales de la vida, y
obtener recursos. Más trágicamente, se priva a las personas de su dignidad,
contribuyendo a la reducción de su autoestima, el aislamiento y la
desesperanza. Tanto los niños como los adultos que sufren discriminación y
estigma pueden sentirse marcados y afectados de por vida.
La discriminación existe cuando las
personas actúan en base a sus sentimientos de rechazo e incomodidad ante las
personas que sufren de una enfermedad mental, y privan a estas personas de sus
derechos y oportunidades en la vida, limitándolas en su vida cívica, vivienda,
empleo, y educación. Cuando estas situaciones existen es cuando el estigma se
convierte en discriminación, que en ciertas situaciones, puede expresarse y
sentirse como abuso.
El abuso es una forma de
discriminación, que aunque es ilegal, ocurre con bastante frecuencia, como es
en los siguientes casos:
• Actitudes violentas de
la policía que aunque son innecesarias, se realizan a menudo conduciendo a la muerte,
o lesionando de gravedad a las personas con problemas emocionales o de salud
mental.
• Los niños con
dificultades emocionales a menudo son rechazados por sus compañeros, quienes
los afrentan, abusan o intimidan en las escuelas y vecindarios.
• Las personas que presentan comportamiento violento en los hospitales pueden
ser puestas en aislamiento y/o en restricciones para controlar el
comportamiento, pero si no siguen los reglamentos de acuerdo a la ley, esto
puede constituir un abuso de los derechos civiles de los pacientes.
La Alianza Nacional para Enfermos Mentales
(National Alliance for Menal Illness) estima que alrededor de 1 de cada 17
estadounidenses, sufren de una enfermedad mental grave, lo que afecta a una de
cada cinco familias. Sin embargo, tan común como lo es, casi dos tercios de
todas las personas con trastornos mentales diagnosticables no buscan
tratamiento. El estigma y la discriminación contribuyen a que no se busque la
ayuda de los servicios de salud mental. Este es un problema grave, ya que la
identificación y el tratamiento de manera temprana se asocian con mejores
resultados.
Un reto adicional para
las personas con problemas de salud mental, es el acceso a los servicios de
salud mental. El estigma y la discriminación son una barrera para el acceso a
la atención y el cuidado de la salud física.
Debido a que existen grandes disparidades,
las personas con problemas de salud mental reciben menos servicios médicos. En
las personas con problemas de salud mental, esto es especialmente preocupante
porque su promedio de vida es 25 años más cortó porque están en mayor riesgo de
diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón, cáncer y otras enfermedades.
El estrés y las limitaciones de su condición contribuyen a no obtener la
atención requerida para el bienestar de la salud. Fumar, llevar una dieta
deficiente, falta de ejercicio, y los efectos secundarios de medicamentos
psicotrópicos son otros de los factores decisivos que contribuyen a una vida
más corta en estas personas.
Los problemas relacionados con obtener
servicios y tratamiento de salud mental son especialmente graves para las
minorías raciales y étnicas. Dado que estos grupos siguen en crecimiento, la
falta de servicios de salud mental culturalmente y lingüísticamente apropiados,
son otros de los grandes retos. Cuando las personas enfrentan el reto de cómo
manejar su salud mental, de cómo recuperarse, cómo enfrentar la crisis y
traumas, por encima de todo esto, son rechazados, limitados, privados de
empleo, de vivienda, de relaciones y otras oportunidades de vida, por lo que
tienen y sienten efectos que son trágicos y devastadores. El estigma puede
hacer que tanto los niños como los adultos se sientan aislados, dañados,
defectuosos, y no deseados. Esta situación puede dar lugar a que los que
necesitan tratamiento y servicios de salud mental para enfrentar su
recuperación y hacer frente a su vida, se aíslen, se sientan sin esperanza y
posibilidad de lograr sus metas, se suman en la depresión y padezcan de otros
trastornos mentales.
2.1.2. Consecuencias en el entorno.
La persona afectada de
disfunción eréctil, puede optar por "pasar" de su situación y
refugiarse en el ocio, en hacer deporte o en salir con otras amistades con el
fin de "distraer" la atención. Ello no es mala terapia siempre y
cuando no se descuide la pareja.
Reflejo en el
trabajo
En general suele haber una mayor
aplicación al trabajo, como si se buscara una válvula de escape a la situación.
Tampoco es mala terapia si como decimos no se olvida la primordial, es decir en
el caso de vivir en pareja.
Alcohol y drogas
Hay personas que no lo superan o
que creen ver una forma de superarlo tomando alcohol o incluso introduciéndose
en el mundo de la droga. Es un gran
error, porque lo único que se consigue es "aumentar" el "círculo
vicioso" e impedir que las soluciones que existen puedan funcionar. El
alcohol o las drogas suelen crear situaciones temporales de
"excitación", pero finalmente conlleva una depresión ya que crea
falsas expectativas.
18. Algunas personas con
enfermedades mentales se pueden distraer
y conseguir el mismo círculo vicioso (aunque no sea el mismo).
2.1.3. Efecto
sobre la vida de los pacientes.
La mayor preocupación que debe reportar los
trastornos psicológicos no son las conductas que provoca, sino las
consecuencias de estas conductas. Y es que el hecho de que la persona no preste
atención no es un problema tan grave como el hecho de que esa falta de atención
le impida aprender muchas de las tareas. Así, conviene que los familiares de
estas personas conozcan las principales consecuencias de este trastorno y la
forma en que va a afectar al enfermo. En primer lugar, lo más común es que el
comportamiento inquieto e impulsivo tenga como consecuencia la dificultad para
hacer algunas tareas, así como la incorrecta realización y, sobre todo,
problemas de disciplina y dificultad para relacionarse con otras personas.
2.2. Apoyo de
la sociedad.
Se han creado talleres como;
escuela de padres, apoyo Psicológico, Crecimiento Personal, Psicoterapia
Adolescentes, Psicoterapia Adultos, Psicoterapia Familia, Psicoterapia
Infantil, Orientación en búsqueda de sentido
Efrén Martínez Ortiz. Psicólogo PhD. en
Psicología. Especialista en Farmacodependencia de la Universidad Luis Amigó
Colombia, con formación en Logoterapia y Análisis Existencial FAL Argentina.
Presidente y Director Científico de SAPS[2]. Efrén
Martínez ha sido docente de la facultad de Psicología de la Universidad de la
Sabana, del Instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana, de la
Maestría en psicoterapias de la Universidad Central del Ecuador, de la maestría
en prevención y tratamiento de adicciones de la universidad Veracruzana de
México, director de las formaciones en Logoterapia y Análisis Existencial,
Psicoterapia Centrada en el Sentido y de la Maestría en Psicología Clínica
(convenio Universidad del Norte-SAPS). Ha dictado cursos y conferencias en
España, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Chile, República Dominicana, Brasil, El
Salvador, Costa Rica y Argentina. Autor de once libros, diferentes artículos y
folletos leídos en más de diez países.
Juan Pablo Díaz del Castillo B. Psicólogo
y Publicista. Tiene estudios de Posgrado en Logoterapia y Análisis Existencial,
y en Logoterapia Clínica de la Universidad de Flores y la Fundación Colectivo
Aquí y Ahora Colombia. Hace parte del Consejo de Fundadores de SAPS, es
Coordinador Académico de SAPS, docente de la Formación en Logoterapia y
Análisis Existencial de SAPS, en la Pontificia Universidad Javeriana en
Logoterapia ha sido docente en Argentina.
Doris García Pérez. Psicóloga de la
Universidad Javeriana, Tiene estudios de Posgrado en Logoterapia y Análisis
Existencial, y en Logoterapia Clínica de la Universidad de Flores (Argentina) y
la Fundación Colectivo Aquí y Ahora (Colombia). Hace parte del Consejo de
Fundadores de SAPS (Sociedad para el Avance de la Psicoterapia Centrada en el
Sentido).
Diana
Castañeda. Psicóloga de la Pontificia
Universidad Javeriana, tiene estudios de Posgrado en Logoterapia y Análisis
Existencial, y en Logoterapia Clínica de la Universidad de Flores (Argentina) y
la Fundación Colectivo Aquí y Ahora (Colombia en PNL con cerebro Tríadico,
Corachín y Desarrollo de Competencias en la Sociedad Colombiana de Programación
Nauro-Lingüística. Formación en Arquetipos de Jung. Coach Profesional de
Esencia, modelos de Corachín Transformacional y Corachín Ejecutivo de Corachín.
María del Rosario Michelena Villegas. Psicóloga
de la Universidad Javeriana, Tiene estudios de Posgrado en Logoterapia y
Análisis Existencial, y en Logoterapia Clínica de la Universidad de Flores
(Argentina) y la Fundación Colectivo aquí y ahora (Colombia). Ha desarrollado programas
de desarrollo infantil y de crecimiento emocional y espiritual en jóvenes. Actualmente
se desempeña como profesional de la Fundación Colectivo Aquí y Ahora, apoyando
la difusión de los programas del centro de prevención e investigación. Y en
SAPS desarrollando programas de Sentido de Vida, realiza consultoría a padres
de familia e intervención clínica con jóvenes y adultos.
Dra. Clara Martínez Sánchez. Psicóloga,
Doctoranda en Psicología Cognitiva - Existencial en la línea de Logoterapia e
infancia, Universidad de Flores (Argentina). Posgrado en Logoterapia y Análisis
Existencial de la Universidad de Flores (Argentina) y Fundación Colectivo Aquí
y Ahora (Colombia) y tiene es Diplomada en Logoterapia y Análisis Existencial.
2.2.1. Apoyo del gobierno.
“Todos
los enfermos mentales tienen posibilidades de sanar sin importar su
padecimiento”, reveló el presidente del Patronato de Villas de Salud Mental de
las Californias.
Hermilo
Fernández González aseguró que este diseño de la psiquiatría moderna es la
solución real a los problemas mentales del ser humano, “no los hospitales
psiquiátricos que a la larga se convierten en manicomios”.
Por ello
y de acuerdo a la ley general de Salud en México, el especialista mostró su
proyecto para construir estas villas en Tijuana, para lo cual el patronato
necesita ayuda del gobierno y la sociedad.
El
neuropsiquiatra explicó que las Villas de Salud Mental es un modelo donde la
estancia para los enfermos mentales es más libre, y los hace autosuficientes,
pues se dedican a elaborar su comida y son responsables de si mismos, donde
junto con el medicamento adecuado, pueden volver a integrarse a la vida
cotidiana después del tratamiento.
“Contrario
a lo que pasa en los hospitales psiquiátricos, sea como les pongan el nombre, a
la larga se convierten en manicomios donde hacen inútiles a los enfermos, los
convierten dependientes, y se miran atrocidades y abusos”, constató.
El presidente
del patronato dijo que el proyecto prevé construir 10 villas de salud para 12
pacientes cada villa, contará con cuatro recamaras, armarios, baños, sala,
comedor, cocina y cuarto de servicio.
Además de
un consultorio médico con personal las 24 horas, enfermería, psicólogo y
trabajo social. Los trabajadores que mantengan las villas, agregó, serán los
mismos pacientes que necesitaran trabajar para sustentarse.
El
proyecto incluye 12 villas para separar a los enfermos conforme al grado de su
enfermedad, y conforme mejoren los propios enfermos cuidaran a los mas
delicados, hasta poder integrarlos a la sociedad efectivamente.
“La
ventaja de las villas de salud mental es que hacen autosuficiente al paciente,
contrario a los hospitales psiquiátricos que hacen dependientes a los enfermos
y pueden verse atropellos en muchos, a la larga sabemos que todo hospital se
hará manicomio”, certificó. El especialista añadió que en las villas de salud
es necesario contar con un extenso terreno, ya que de acuerdo al modelo se
necesita distribuir hortalizas, talleres de artesanías y campos deportivos,
además de otras áreas de recreación.
“Al
momento contamos con solo un terreno de cuatro hectáreas en la periferia de la
ciudad, ahí podemos hacer la primer villa de salud mental, el problema es que
necesitamos el apoyo del gobierno que se ha mostrado interesado en ayudarnos
pero también necesitamos que la sociedad nos brinde su auxilio”, señaló. Fernández
González recordó que debido a que la Ley General de Salud prohíbe actualmente
construir hospitales psiquiátricos, estos centros pretenderán cambiar el
criterio que suele aplicarse sobre los enfermos mentales.
“Aquí se
promoverá la convivencia y la ayuda mutua, al grado que en determinado momento
quienes se rehabiliten apoyen a otros”, dijo. Finalmente, el presidente del
patronato dijo que las intenciones del proyecto son que sean al menor costo
posible, inclusive gratuito de acuerdo a la capacidad de los familiares o del
enfermo en sí.
25. 10 de Octubre día mundial de la salud
mental
2.2.2. Centros de apoyo.
La Sociedad para el Avance de la
Psicoterapia Centrada en el Sentido SAPS, es una organización privada y sin
ánimo de lucro creada para investigar, formar y difundir el pensamiento de
Viktor Frankl aplicado a la psicoterapia.
Misión SAPS: Es una organización profesional con fe y
respeto profundo por el ser humano, comprometida con facilitar y acompañar a
las personas, grupos e instituciones en el encuentro de su plenitud y
libertad interior, haciendo germinar, crecer y transformar los sueños en un
sentido de vida responsable hacia sí mismo y los demás.
Visión SAPS: Será en el 2020 una
organización reconocida mundialmente por el desarrollo, producción, investigación,
formación y posicionamiento de la Psicoterapia Centrada en el Sentido; así
como por la implementación de programas y estrategias orientadas al sentido
de vida en diferentes ámbitos.
Los intereses de SAPS se centran en:
1. Consolidar la Psicoterapia
Centrada en el Sentido PCS, en el ámbito de la psicoterapia contemporánea,
desde una base científica sólida, tendiendo puentes de comunicación con otros
enfoques terapéuticos.
2. Desarrollar procesos de investigación
que brinden sustento científico a la praxis de la Psicoterapia Centrada en el
Sentido PCS, creando tecnologías clínicas (métodos de evaluación e
intervención) que reflejen los aportes de la Logoterapia al ámbito
psicoterapéutico.
Formación
1. Desarrollar procesos de
educación formal y no formal para profesionales interesados en profundizar en
el conocimiento de esta perspectiva existencial.
2. Facilitar la adquisición de
habilidades clínicas que mejoren los procesos de intervención y que acerquen
a los profesionales a los avances recientes de la psicología clínica.
Nuestro
equipo está compuesto por profesionales colegiados muy calificados formados en
los diferentes campos de trabajo para ofrecer un apoyo integral a la persona
que lo solicita. Adecuándonos a sus necesidades; desplazamiento a domicilio en
caso necesario y la posibilidad de hacer la terapia en otros idiomas.
El Centro
de Apoyo Psicológico ofrece un nuevo concepto de apoyo psicológico, individual
y familiar, único en España, creando un modelo de intervención propio que aúna
los conceptos mas recientes de la Psicología de la Salud, la Terapia Familiar
sistémica, el Construccionismo Social, el Psicodrama.
Una de las principales metas del Departamento
de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), es reducir la carga relacionada con los trastornos mentales,
neurológicos y de abuso de sustancias. La prevención de esos trastornos es
obviamente una de las formas más efectivas para reducir la carga. Muchas
Resoluciones de la Asamblea Mundial de la Salud y el Comité Regional han enfatizado
además la necesidad para la prevención.
La OMS publicó un documento sobre
prevención primaria de los trastornos mentales, neurológicos y psicosociales en
1998 (OMS, 1998). Sin embargo, este campo científico ha tenido un rápido
desarrollo de ideas y evidencia de investigación, y por lo tanto, necesita una revisión
más actualizada. Este Informe Compendiado (junto con el próximo Informe
Completo) intenta proporcionar un panorama integral de este campo,
especialmente desde la perspectiva de la evidencia para intervenciones
efectivas y las opciones de políticas asociadas. Esto cumple con el mandato de
la OMS de suministrar información y evidencia a los Estados Miembros con el fin
de ayudarlos a escoger e implementar políticas y programas adecuados que
mejoren la salud mundial.
En un área como la prevención de los trastornos
mentales, esta tarea es aún más crítica, considerando que gran parte de la
evidencia es reciente y no ha sido probada en diferentes escenarios.
Los
trastornos mentales están inseparablemente vinculados al tema de los derechos
humanos. El estigma, la discriminación y las violaciones de los derechos
humanos que sufren las personas y las familias afectadas por trastornos
mentales son intensos y profundos. Por lo menos en parte, estos fenómenos son
consecuencias de una percepción general en cuanto a que no existen modalidades
efectivas de prevención o tratamiento contra estos trastornos.
La prevención efectiva puede influir mucho
en el cambio de estas percepciones y así, cambiar la forma en que la sociedad
percibe los trastornos mentales. Sin embargo, los problemas de los derechos
humanos van más allá de las violaciones específicas a las que están expuestas
las personas con trastornos mentales. En efecto, las limitaciones en los
derechos humanos básicos de individuos y comunidades vulnerables, pueden actuar
como poderosos determinantes de los trastornos mentales. Por lo tanto, no es de
sorprender que muchas de las medidas de prevención efectivas estén en armonía
con los principios de igualdad social, igualdad de oportunidades e igualdad de
atención de los grupos más vulnerables en la sociedad.
Los ejemplos de estas intervenciones
incluyen mejorar la nutrición, garantizar la educación primaria y el acceso al
mercado laboral, eliminando la discriminación basada en raza y género y
garantizando la seguridad económica. Vale la pena implementar muchas de estas
intervenciones, aún si la evidencia para su propia efectividad algunas veces no
sea suficiente para la prevención de trastornos mentales específicos.
Sin embargo, no se debe permitir que la
búsqueda de mayor evidencia científica sobre la efectividad y rentabilidad, se
convierta en una excusa para dejar de implementar la urgente necesidad de
políticas sociales y de salud. De hecho, se necesitan encontrar métodos
innovadores para evaluar la evidencia en tanto se diseñen e implementen estos
programas. Estos métodos deben incluir técnicas cualitativas derivadas de las ciencias
sociales, antropológicas y otras ciencias humanísticas, así como un análisis de
las partes interesadas para poder captar la complejidad y diversidad de los
resultados.
El conflicto y la violencia, tanto entre
individuos como entre comunidades y países, representan una amenaza
particularmente poderosa y desafortunadamente común a la salud mental. El
desasosiego y los trastornos mentales resultantes son considerables.
La prevención de la violencia requiere de
los esfuerzos de toda la sociedad, pero los profesionales de la salud podrán
aminorar el impacto negativo de este fenómeno, implementando algunos esfuerzos
preventivos específicos y brindando ayuda humanitaria más acorde con la salud
mental.
Uno de los puntos cruciales en la
implementación de la prevención basada en evidencia, es la aplicabilidad en vida
real de los programas comprobados por laboratorio, especialmente en los
entornos de gran variedad cultural y de recursos. Las pruebas de efectividad
rigurosamente controladas parecen proporcionar mayor evidencia definitiva, pero
a su vez son menos sensibles a la aplicación más amplia a nivel mundial. Las variables
culturales y de contexto no deben ser vistas como conflictivas, sino como
elementos esenciales de cualquier programa que deben aplicarse a situaciones de
vida real. Es preferible una consideración adecuada de estos factores mientras
generan evidencia a un análisis posterior de la situación. La aplicabilidad
cultural hace que la tarea de la diseminación de las intervenciones basadas en
evidencia resulte complicada y lenta, sin embargo, esto es de esperarse
teniendo en cuenta la complejidad de los programas de prevención.
La gran pregunta no resuelta es: ¿Quién
debe pagar por la prevención? A medida que el costo de la salud aumenta en todo
el mundo, se observa también un aumento en la competencia por los recursos.
Este escenario coloca a la prevención, que generalmente es un resultado a largo
plazo, en una posición de desventaja en comparación con el tratamiento que
logra beneficios a corto plazo. Los intereses económicos, incluyendo los
comerciales, también son más prominentes en el área del tratamiento que en el
de la prevención, lo que causa que se invierta menos en actividades de
prevención. Los proveedores de atención de la salud a menudo no consideran que
la prevención sea su responsabilidad principal, especialmente para intervenciones
que normalmente son implementadas por otros sectores no relacionados con la
salud. Las autoridades de salud pública y los profesionales de la salud
necesitarán asumir un rol de liderazgo en esta materia, aún si no pueden
encontrar los recursos financieros necesarios dentro del sector salud para implementar
los programas. La colaboración entre los sectores de salud mental, salud pública
y otros es compleja pero necesaria para que los programas de prevención se
conviertan en una realidad. Un buen punto de partida para esta colaboración es
la destilación de la evidencia para la efectividad de los mensajes claves que
son científicamente exactos, pero que aun así son de fácil comprensión y
suficientemente prácticos para permitir su aplicación. Espero que esta
publicación de la OMS nos lleve a dar un paso más en esta dirección.
27. Organización Mundial de la Salud
2.2.3. DIF.
Visión:
Mantenernos en constante actualización e innovación, en un marco de calidad,
equidad y servicio para atender los problemas sociales a la población más
vulnerable, guiada siempre por un desarrollo basado en la oportunidad, calidad
humana, la ética y la mejora continua, en la promoción de los Servicios de
Asistencia Social en el Distrito Federal.
Proporciona
servicios equitativos a la población infantil y personas con o sin discapacidad
de la Ciudad de México a través de programas de atención, prevención,
rehabilitación e integración familiar y social de este sector que por alguna
situación de origen congénito, adquirido o por consecuencia de una enfermedad
asociada adquieran discapacidad de manera temporal o permanente.
Servicios:
•
Prevención, Atención y Rehabilitación.
•
Educación para la Salud.
•
Valoración médica.
•
Rehabilitación a través de diferentes modalidades terapéuticas.
•
Control y seguimiento de pacientes.
•
Capacitación y orientación a la familia.
•
Referencia a otros niveles de atención en aquellos casos que por su
complejidad no puedan ser
atendidos en la Unidad Básica de Rehabilitación.
Modalidades
Terapéuticas:
Mecanoterapia:
Actividad física con barras paralelas, timón, escalera con rampa, bicicleta
fija, poleas, escalerilla digital, entre otros, para mejorar principalmente la
fuerza muscular, coordinación y habilidades manuales.
Hidroterapia:
Tratamiento para las extremidades superiores e inferiores en tina de remolino,
y para cuerpo completo en tina de Hubbard (disponible sólo en la Unidad Básica
de Rehabilitación Coatepec).
Electroterapia:
Estimulación en forma transcutánea de la función neuromuscular para la
rehabilitación de las enfermedades que involucren los músculos, esto a través
de equipo estimulador y ultrasonido terapéutico.
Termoterapia:
Aplicación de calor para generar aumento de micro circulación, para reducir el
dolor y la inflamación a través de compresas, aplicación de parafina y rayos
infrarrojos.
Terapia
Ocupacional: Actividades para desarrollar y restablecer la coordinación
nerviosa o muscular, aumentar la movilidad de las articulaciones y fortalecer
los músculos.
Estimulación
Temprana: Actividades dirigidas a la estimulación del desarrollo neuromotor que
comprende evolución del tono muscular, postura, movimiento y reflejos,
principalmente en lactantes y niños.
Pláticas
de Sensibilidad: Actividades dirigidas a la estimulación de las personas con discapacidad y sus familias,
impartidos por personal especializado.
Prevención de los
trastornos mentales: intervenciones efectivas y opciones de políticas: informe
compendiado / un informe de la Organización Mundial de la Salud Depto. de Salud
Mental y Abuso de Sustancias; en colaboración con el Centro de Investigación de
Prevención de las Universidades de Nijmegen y Maastricht.
1. Trastornos
mentales – prevención y control. 2. Medicina basada en evidencia. 3.
Elaboración de Políticas l. Organización Mundial de la Salud II.Universidades de Nijmegen y Maastricht.
Centro de Investigación de Prevención.
SAPS
La Sociedad para el Avance de la
Psicoterapia Centrada en el Sentido SAPS, es una organización privada y sin
ánimo de lucro creada para investigar, formar y difundir el pensamiento de
Viktor Frankl aplicado a la psicoterapia.
DIF
Proporciona
servicios equitativos a la población infantil y personas con o sin discapacidad
de la Ciudad de México a través de programas de atención, prevención,
rehabilitación e integración familiar y social de este sector que por alguna
situación de origen congénito, adquirido o por consecuencia de una enfermedad
asociada adquieran discapacidad de manera temporal o permanente.
3.2. Países con más desarrollo e investigación
sobre las enfermedades
mentales.
Por primera
vez en España, un estudio analiza las actitudes de rechazo y discriminación
social que sufren las personas con enfermedad mental grave y crónica. Lo
resultados demuestran que su marginación se produce más por esa estigmatización
social que por los propios síntomas de su enfermedad. Con este estudio se
pretende concienciar a la sociedad de que la enfermedad mental es una patología
más.
Las naciones
en desarrollo deben dejar de imitar los servicios de salud mental occidentales
y concebir en cambio estrategias basadas en la evidencia y adaptadas a sus
propias necesidades.
¿La enfermedad mental es realmente un
problema de salud pública en los países en desarrollo? Desde luego, en el
ámbito de la enfermedad mental no existe hoy día nada parecido a las colosales
iniciativas mundiales desplegadas en torno a las enfermedades infecciosas, la
salud infantil o, más recientemente, las enfermedades no transmisibles, como
las cardiopatías.
Sin embargo, aunque la desconcertante
falta de interés mundial parecería indicar lo contrario, la respuesta franca a
la pregunta es, sin duda, afirmativa. Datos fehacientes, como los principales
Sondeos Mundiales de Salud Mental, demuestran que los trastornos mentales
tienen una alta prevalencia en muchos países de bajos y medianos ingresos. Un
mito muy extendido, incluso entre quienes aceptan que los trastornos mentales
son prevalentes en los países pobres, es que el tratamiento de este tipo de
enfermedades es demasiado costoso, cuando en realidad en la actualidad existen
numerosas pruebas de que no lo es. No obstante, la brecha terapéutica (la
diferencia entre la cantidad de personas con trastornos y aquellas que
efectivamente reciben atención basada en la evidencia) asciende al 70 u 80 por
ciento en muchos países en desarrollo.
Un problema clave es que los servicios
de salud mental de las naciones en desarrollo imitan a los occidentales,
caracterizados por especialistas que tratan a los pacientes en centros médicos
u hospitales. Dicho sistema funciona bien cuando hay suficientes especialistas
y, claro está, hospitales. Pero si ambos escasean, se necesita afinar el
pensamiento innovador. Estoy convencido de que el personal de salud no
especializado debería convertirse en el frente de batalla de los servicios de
salud mental de los países pobres y llegar a ser su parte medular.
Los trastornos mentales abarcan
enfermedades y grupos de edad diversos, desde el autismo y el retraso mental en
la primera infancia, el uso indebido de sustancias y la esquizofrenia en
adolescentes, la depresión y el trastorno bipolar en adultos, hasta la demencia
en personas de edad avanzada. Su frecuencia varía mucho entre poblaciones y
grupos específicos dentro de cada población. Por ejemplo, las tasas de
depresión pueden variar cinco veces entre poblaciones y dentro de una población
las mujeres presentan entre 1,5 y 2 veces más riesgo de sufrirla que los
hombres. Los motivos de estas variaciones aún no están claros.
Además de la angustia psicológica que
suponen los trastornos mentales, estas enfermedades también tienen
repercusiones importantes en otros aspectos de la salud y en las oportunidades
sociales y económicas de quienes las padecen.
Por ejemplo, la depresión en las madres afecta el modo en que se
desarrollan los hijos; el retraso mental en los niños dificulta la finalización
de sus estudios y la esquizofrenia en los adultos jóvenes aumenta el riesgo de
muerte prematura.
El desafío más importante por enfrentar es
que la mayoría de los profesionales de la salud mental del mundo en desarrollo
(psiquiatras, psicólogos clínicos, enfermeros psiquiátricos y trabajadores
sociales) parece no tener interés en resolver la brecha terapéutica. Y dados
los escasos recursos para la salud mental, su injusta distribución y su
aplicación ineficaz, resulta evidente que los países en desarrollo nunca serán
capaces de reducir la brecha terapéutica de forma significativa si la situación
sigue como está.
¿Cómo es esa situación? Se copia el modelo
de trabajo de los especialistas de los países desarrollados. Estos países
tienen muchos más especialistas en salud mental por habitante que los países
pobres. Además, los profesionales están relativamente bien pagos, tanto en el
sector privado como en el público, y trabajan dentro de servicios de salud
apoyados por sistemas de bienestar social y de asistencia social
multidisciplinaria de la salud mental con amplios recursos. Todo ello les
permite una gran libertad de acción, sin preocuparse por asuntos puntuales de
la práctica y la administración clínica.
Mientras en los países en desarrollo el énfasis siga siendo la gestión
del paciente basada en el hospital o centro de salud, el profesional
especializado continuará funcionando, en el mejor de los casos, como actor
secundario en el proceso de mejora de la atención de la salud mental.
Habrá quienes pongan en duda que
transferir la atención de la salud mental al personal sanitario lego sea una
estrategia eficaz y segura. De hecho, casi todos los datos disponibles sobre
intervenciones eficaces en trastornos mentales en países en desarrollo indican
que la estrategia de trasladar tareas al personal de salud no especializado
ofrece sus ventajas.
Un excelente ejemplo ha sido la terapia
interpersonal —un tratamiento psicológico para la depresión— que tuvo lugar en
la Uganda rural. Allí, un estudio aleatorio analizó el tratamiento que
brindaron personas comunes con la capacitación y supervisión adecuadas, y se
observó su gran eficacia. Por supuesto,
la escasez de recursos humanos no es un problema exclusivo de la salud mental.
Los países en desarrollo ya están evaluando y abogando por esta estrategia de
desplazamiento de tareas para toda una gama de asuntos sanitarios, incluida la
salud materno-infantil.
El evidente desinterés de grandes agencias
mundiales de salud por los trastornos mentales está entorpeciendo el proceso de
mejora de los servicios de salud mental en los países en desarrollo.
Indudablemente, en los últimos años ha aumentado el reconocimiento de la salud
mental, pero tampoco deja de ser cierto que la mayor parte de las iniciativas
mundiales de salud siguen relegando
los trastornos mentales al ostracismo.
El estigma que rodea a la enfermedad mental seguramente tendrá su peso a
la hora de explicar esta negación, pero también lo tendrá la visión arcaica de
que la salud mental no es relevante para la salud mundial, que padecer una
enfermedad infecciosa como la tuberculosis es más importante para las personas
que sufrir esquizofrenia, que las inversiones en trastornos mentales carecen de
costo-efectividad, o que para los pobres, la salud mental no es un bien
preciado.
Es una situación extraña, dada la
abundante evidencia disponible sobre la carga de la enfermedad mental y sus
posibilidades de tratamiento en los países en desarrollo. Y más extraña aún si
se tiene en cuenta que la mayoría de los organismos y personas que fijan las
prioridades mundiales de salud residen en países ricos con sistemas sanitarios
que favorecen grandes inversiones en salud mental. Parecería que aquellos que
ya gozan de una buena atención de la salud mental creen que la gente de los
países pobres tiene asuntos más importantes de qué ocuparse que los trastornos
mentales. No podría imaginar otra razón que explique por qué las iniciativas
mundiales de salud hacen sistemático caso omiso de estos trastornos.
Realzar el perfil de la salud mental
requiere un trabajo de promoción, no sólo en el ámbito de las comunidades
locales, sino también frente a los expertos mundiales que fijan la agenda de
salud para el mundo en desarrollo. Aquellos que reconocen el problema e
identifican las posibles soluciones no deben dejar de comprometerse con los
expertos, difundir información a través de los medios, fortalecer las voces y
la capacidad de los movimientos de pacientes y poner de relieve las
inaceptables violaciones a los derechos humanos cometidas contra las personas
que padecen trastornos mentales. Y si todo esto fallara, tendremos que
denunciar con nombre y apellido a aquellos que sigan ignorando el sufrimiento
de cientos de millones de niños y adultos que luchan contra los problemas de
salud mental tratables.
La salud mental en la Unión
Europea
El 14 de octubre de 2005, la
Comisión Europea adoptó el Libro Verde 'Mejorar la salud mental de la
población. Hacia una estrategia de la Unión Europea en materia de salud mental'
(COM (2005) 484 final de 14 de octubre de 2005).
Uno de cada cuatro ciudadanos
padece alguna enfermedad mental que puede conducir al suicidio, fuente de un
número excesivamente elevado de muertes. Las enfermedades mentales causan
importantes pérdidas y cargas a los sistemas económicos, sociales, educativos,
penales y judiciales. Persisten la estigmatización, la discriminación y la
falta de respeto por los derechos humanos y la dignidad de las personas con
alteraciones o discapacidades psíquicas, lo cual pone en entredicho valores
europeos fundamentales.
La depresión afecta más a los países ricos... y a los cerebros hiperactivos
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·Una de cada cuatro personas padecerá algún problema de
salud mental en algún momento de su vida. Los trastornos mentales (depresión,
ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar, etc.) afectan cada vez a más
personas en el mundo, a cualquier grupo de edad. Entre ellos, la depresión, la cuarta
enfermedad más común en el mundo. En todo el mundo, unos 121 millones de personas sufren de
depresión. La depresión grave puede llevar al suicidio, y provoca 850.000
muertes cada año.
·En 10 de los países considerados como “ricos”, un 15% de
los participantes dijeron haber sufrido de depresión en algún momento de sus
vidas, según una investigación publicada en la revista American Journal BMC
Medicine que analizaba los resultados de una serie de entrevistas
con cerca de 90.000 personas de 18 países diferentes, utilizando un examen
estándar de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
para determinar si una persona sufre de depresión.
3.3. Diagnóstico.
ElManual diagnóstico
y estadístico de los trastornos mentales(en inglésDiagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders,DSM) deAsociación Americana de Psiquiatríacontiene una clasificación de los
trastornos mentales y proporciona descripciones claras de las categorías
diagnósticas, con el fin de que los clínicos y los investigadores de las
ciencias de la salud puedan diagnosticar, estudiar e intercambiar información y
tratar los distintostrastornos
mentales. La edición vigente es la cuarta, DSM-IV, en su versión revisada,
DSM-IV-TR. Ya se ha publicado un calendario de investigación para la
publicación del DSM-V, que, al igual que el DSM-IV, provoca controversia entre
los profesionales en cuanto a su uso diagnóstico. Su publicación está prevista
para mayo de2013.LaOMSrecomienda el uso del Sistema
Internacional denominadoCIE-10,
acrónimo de la Clasificación internacional de enfermedades, décima versión,
cuyo uso está generalizado en todo el mundo.
El DSM se elaboró a partir de datos
empíricos y con una metodología descriptiva, con el objetivo de mejorar la
comunicación entre clínicos de variadas orientaciones, y de clínicos en general
con investigadores diversos. Por esto, no tiene la pretensión de explicar las
diversas patologías, ni de proponer líneas de tratamiento farmacológico o
psicoterapéutico, como tampoco de adscribirse a una teoría o corriente
específica dentro de lapsicologíao de lapsiquiatría.
Una concepción errónea muy frecuente es
pensar que la clasificación de los trastornos mentales clasifica a las
personas; lo que realmente hace es clasificar los trastornos de las personas
que los padecen.
Es importante aclarar que siempre debe ser
utilizado por personas con experiencia clínica, ya que se usa como una guía que
debe ser acompañada de juicio clínico, además de los conocimientos
profesionales y criterioséticosnecesarios.
El DSM, en su primera versión (DSM-I), al igual que la CIE, surgió de la
necesidad de confeccionar una clasificación de trastornos mentales consensuada,
debido al escaso acuerdo respecto a qué contenidos debería incluir y, también,
respecto al método de conformación por parte de los psiquiatras y psicólogos.
Algunos eventos importantes para la creación del DSM fueron los siguientes:
§La necesidad de recolectar
datos de tipo estadístico en relación con los trastornos mentales, para el
censo de 1840 en los Estados Unidos.
§El trabajo conjunto de la
Asociación Psiquiátrica Estadounidense (APA) y la Academia de Medicina de
Nueva York para la elaboración de una nomenclatura aceptable para todo el
país (para pacientes con enfermedades psiquiátricas graves y neurológicas).
§El Ejército de los
Estados Unidos, por su parte, confeccionó en paralelo una nomenclatura más
amplia, que permitiera incluir enfermos de la Segunda Guerra Mundial.
§Por primera vez el CIE, en
su sexta edición, incluyó un apartado sobre trastornos mentales.
Fue así como en 1952 surgió la
primera edición, DSM-I, como una variante del CIE-6. Debido a los desacuerdos
que siguieron presentándose tanto respecto al DSM como respecto al CIE, se
fueron generando nuevas versiones de cada uno. Actualmente el DSM publicó la
versión revisada del DSM-IV (DSM-IVR), y el CIE utiliza la versión CIE-10.
Para la elaboración del DSM-IV, se
conformaron 13 grupos de trabajo, responsables cada uno de una sección del
manual. Cada grupo estuvo constituido por 5 o más miembros, y sus opiniones
eran analizadas por entre 50 y 100 consejeros (representantes de un amplio
abanico de perspectivas y experiencias). Los grupos informaban a un comité
elaborador, que constaba de 27 miembros (muchos de los cuales también presidían
algún equipo particular).
Un aspecto importante en la realización de
esta versión fue el ponerse en contacto con los equipos que elaboraron el
CIE-10, con el objeto de hacer que se generara la mayor compatibilidad posible
entre ambos documentos.
El DSM-IV es una herramienta de diagnóstico que
propone una descripción del funcionamiento del paciente a través de 5
"ejes", con el objeto de contar con un panorama general de diferentes
ámbitos de funcionamiento:
§Eje I: Se describe el
trastorno o trastornos psiquiátricos principales o sintomatología presente, si
no configura ningún trastorno. (Por ejemplo: trastorno depresivo, demencia, dependencia
de sustancias, esquizofrenia, fobia social, fobias específicas, hipocondrías,
etc.).
§Eje II: Se especifica si
hay algún trastorno de personalidad en la base (o rasgos de algún trastorno),
algún trastorno del desarrollo o retraso mental (por ejemplo, trastorno de
personalidad limítrofe, retraso mental moderado, etc.).
§Eje III: Se especifican
otras afecciones médicas que puede presentar el paciente.
§Eje IV: Se describen
tensiones psicosociales en la vida del paciente (desempleo, problemas
conyugales, duelo, etc.).
§Eje V: Se evalúa el
funcionamiento global del paciente (psicológico, social y ocupacional), a
través de la EEAG (escala de funcionamiento global).
3.4. Medicación.
Una sustanciapsicotrópicaopsicótropo(del
griegopsyche, "mente" ytropein, "tornar") es un
agente químico que actúa sobre elsistema
nervioso central, lo cual trae como consecuencia cambios temporales en la
percepción, ánimo,estado de
concienciay comportamiento.
Las diferentes culturas a lo largo de la
historia han utilizado sustancias psicotrópicas, con el propósito de alterar
deliberadamente el estado de la mente. En la actualidad, muchos psicotrópicos
son utilizados enmedicinapara el tratamiento de condiciones
neurológicas o psiquiátricas (psicofármacos).
El desvío de estas sustancias para empleos recreativos es un fenómeno
frecuente. Los fármacos cuya acción terapéutica afecta principalmente otro
sistema o aparato y que sólo presentan efectos psicoactivos secundarios (como
losantihistamínicos,betabloqueantesy algunas hormonas) no se consideran
psicótropos. En ocasiones, se llama a los psicotrópicos psicoactivos o
psicoactivantes, a pesar de que no todos promueven la activación del sistema
nervioso. Una acepción más restringida del términopsicotrópicorefiere, en particular, a aquellas
sustancias medicinales incluidas en laConvención
sobre sustancias psicotrópicas.
Los psicotrópicos ejercen su acción
modificando ciertos procesos bioquímicos o fisiológicos cerebrales. Los
mensajes entre las distintas células nerviosas (neuronas) se transmiten a
través de estímulos químicos y los mensajes intraneuronas se transmiten a
través de estímulos eléctricos. Las neuronas no entran en contacto directo
entre sí; en lassinapsisel mensaje se transmite por medio de
neurotransmisores. La mayoría de los psicotrópicos actúan alterando el proceso
de neurotransmisión, estimulando o inhibiendo la actividad. Otros, como lassales de litio, actúan modificando la
permeabilidad de la membrana neuronal y se emplean en el tratamiento de la
psicosis maníaco-depresiva permitiendo reducir las crisis que afectan a estos
enfermos. Siguiendo el criterio de la acción que ejercen sobre el sistema
nervioso central, las sustancias psicoactivas se suelen clasificar en
depresoras, estimulantes o alucinógenos.
Los datos tabulados más abajo se basan en
la legislación actualmente vigente en EE. UU., que es instrumentada por la
DEA (Drug Enforcement Agency).
Coinciden mayoritariamente con las listas establecidas en la Convención Internacional de Psicotrópicos de 1971;
incluyen además una de serie de sustancias descubiertas con posterioridad a
dicho tratado. Cada país firmante del acuerdo ha variado con el tiempo el
estatus de algunas drogas, generalmente por asuntos domésticos relacionados con
políticas de fármaco vigilancia.
Todas las sustancias incluidas en las
listas, son sustancias
controladas, con grados variables de regulación estatal. En el caso de
las drogas de la lista I, se caracterizan por no tener uso terapéutico
reconocido y por su gran potencial de abuso. En la lista II, se encuentran
sustancias también asociadas a dependencia, pero con indicaciones médicas
legitimadas: nótese que incluso la cocaína está en lista II y no en
lista I, a causa de su utilidad como anestésico local de las mucosas.
Las drogas de lista II sólo son accesibles con documentación oficial; están
bajo supervisión internacional y sujeta a cuotas de producción
pre-establecidas. Las listas III y IV se caracterizan por un menor potencial de
abuso y no son objeto de fiscalización; además son accesibles, por lo general,
con recetas médicas comunes.
Algunas sustancias, en particular,
permanecen en la Lista I provisionalmente, pero podrían ser legalizadas a medio
plazo, dado que están en fase avanzada de ensayos clínicos para validar su uso
medicinal, o bien ya han sido aceptadas por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de EE.
UU. Como tratamiento legítimo para condiciones puntuales. El primero es el
caso de lMDMA (conocido comúnmente como "éxtasis") y el último
caso cabe para el GHB (Xyrem),
ambos han sido propuestos para lista II y lista III, respectivamente.
Los compuestos enumerados a continuación
tienen en común propiedades psicoanalépticas, esto es, tienden a activar o
amplificar la transmisión de las señales nerviosas. Esta clasificación no es
exhaustiva, ya que hay casos particulares como el PCP (fenciclidina), que bien
podrían estar en otros grupos. Sin embargo, en la mayoría de los casos este
criterio es útil para diferenciar estas sustancias de aquellas que promueven
depresión generalizada o selectiva del SNC. Dentro del grupo de los
psicoanalépticos se encuentra, como es de esperar, la clase de los fármacos
psicoestimulantes, además de los agentes antidepresivos, y algunas de las
denominadas drogas visionarias o psiquedélicas (como el LSD, la
mescalina, la psilocibina) y entactógenas (como
el MDMA, el 2-CB).
29. Listas
de drogas psicoanalépticas (legislación de EE.UU.)
La acción depresora de estas drogas
presenta, según los casos, diferentes grados de potencia, de selectividad y
opera por mecanismos también distintos. En este grupo están incluidos los
llamados tranquilizantes menores,
que son ansiolíticos como las benzodiacepinas, y también los barbitúricos.
También, drogas como el GHB o el alcohol
etílico. Por otro lado, también están entre los psicotropos depresores los tranquilizantes mayores, término que
se suele utilizar para referirse a los fármacos antipsicóticos. Como podrá
suponerse, los antipsicóticos no son fármacos normalmente asociados con
fenómenos de abuso. Por esto en EE.UU. y otros países el circuito de estos
fármacos no es monitoreado por organismos federales. No obstante, se trata de
agentes psicotropos y su administración sin supervisión médica, incluso a dosis
bajas, puede conducir a efectos colaterales de relevancia. En particular, su
uso crónico se correlaciona con el síndrome de disquinesia tardía, caracterizado por síntomas similares al
parkinsonismo, con pérdida irreversible del
movimiento voluntario.
[1] El
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (en inglés
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de Asociación
Americana de Psiquiatría
[2] Sociedad
para el Avance de la Psicoterapia Centrada en el Sentido